Esta bonita pieza la compramos en Adis Abeba hace unos años. Es antigua, mitad del S.XX y la historia que nos contaron es la siguiente:
Al Este de Etiopía este tipo de colgante era regalado por el pretendiente a la chica que le gustaba. Las chicas acudían al mercado con este tipo de colgante en las ropas, en el pelo o en forma de collar en el caso de que tuviese "numerosos" pretendientes y así demostraba públicamente su belleza.
El aluminio es muy recurrente dentro de la joyería Etíope, solían fundir las cacerolas que llegaban de Europa (Italia) para hacerse preciosas piezas que no se oxidan ni cambian de color y que a su vez son muy ligeras y cómodas de llevar.
Completamente hecho a mano y decorada con 4 pequeños puntos de resina roja y azul de los cuales falta uno.
Lo que más nos gusta de esta pequeña pieza es la pátina y tacto que tiene. Pieza única.
El colgante viene engarzado en un largo hilo de algodón con diminutos abalorios plateados ( que no de plata) de 80 cm de largo.
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